Desde 1920, había orquestas cubanas de jazz, como la orquesta Caribe de Alejandro García Caturla, o la orquesta Cuba de Jaime Prats. Se comenzaron a formar bandas parecidas a las big bands, con cuatro saxófonos, dos trombones, un piano, un contrabajo, una batería y algunas percusiones. Esas bandas iban a presentar música popular americana y algunos boleros, danzones y habaneras.
Aunque desde 1937 la prohibición de tocar instrumentos de percusión afro-cubanos se suprimió, la mayoría de las bandas que se podían oír en la Habana eran bandas de jazz.Ya a partir de los años 30 empezaron a tener lugar las descargas (descargas de ideas musicales), o Jam Sessions, en EE.UU., donde se empezó a mezclar el jazz con los ritmos afrocubanos. Es decir que al mismo tiempo que Mario Bauzá creó el jazz latino en Nueva York, los cubanos lo hacían en la Habana.
¿Que de qué hablamos? Pues de lo siguiente. La comunidad latina en Nueva York se hacía muy importante y se desarrollaba un vivero de tradición, de cultura. En Brooklyn, en el Bronx, en Harlem, en el Spanish Harlem, el Barrio. Se trataba de los nuyorriqueños, quienes eran hijos de inmigrantes puertorriqueños que se hallaban fuertemente imbuidos por la cultura latinoamericana dejada atrás por sus familias. Muchos grupos se crearon en esa época, así como también orquestas más grandes con directores que se hacían famosos poco a poco. Para sostener un movimiento de defensa de los derechos cívicos, algunos tomaron la iniciativa de organizar fiestas populares para la comunidad. Es en este contexto en el que surgieron tres o cuatro fragmentos de música que realmente asociaron la rítmica afro-cubana o caribeña con las armonías del jazz.
1 comentario:
que al pedo que estas que todo el día estas publicando cosas!!! jajajajaja
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